miércoles, 16 de junio de 2010

El rostro de Jesús en el arte

Para los innumerables artistas que han intentado captarlo en un lienzo o tallarlo en piedra, Jesús no tiene un rostro único. Los primitivos cristianos, que se basaron en las figuras y temas del arte clásico, lo muestran como un simple pastor, joven, lampiño; muy parecido a los dioses del mundo grecorromano. Probablemente buscaban con esto camuflar los símbolos de una religión perseguida o simplemente se valían de laúnica tradición que conocían para retratar dioses. Con el paso del tiempo, una vez reconocido el cristianismo (IV d.C.), la pintura sacra adquiere un importante papel evangelizador, y a los espontáneos frescos de fieles artesanos, les suceden elaboradas obras encargadas por la Iglesia, que no escatimó en dictar reglas muy severas sobre la representación de Cristo.
Pero "el arte" de pintores y escultores definitivamente logró imponerse y, a lo largo de casi dos mil años, reinterpretaron la tradición, e incluso las reliquias que como el discutido manto de Turín, parecían sellar la discusión sobre cómo debía ser el cuerpo y el rostro de Cristo. Así, Jes´su es atlético en Rubens, intensamente dramático en Tintoretto...

viernes, 11 de junio de 2010

Simbolismo en el arte cristiano

Una pieza de arte cristiana, sin importar el medio, generalmente representa a una persona o evento religioso específicos. Cada pieza usualmente presenta símbolos relativos a la secta religiosa que lo produjo. No existe ningún símbolo cristiano que defina o unifique; por ejemplo, la cruz cristiana no es la misma en todas las denominaciones cristianas, tampoco es la Biblia la misma obra de literatura para todas las sectas. Sin embargo, los siguientes son símbolos generarles que están presentes en la mayoría de las obras cristianas:

Jesús : el personaje principal del cristianismo : Imágenes de Jesús
La cruz cristiana: representa la vida, muerte y resurrección de Jesucristo así como la salvación humana a través de su sacrificio
La condición humana:
Amor - Agape
Vida
Muerte

Fachada universidad de Alcala de Henares

Muchos son los elementos que hacen de esta fachada de la Universidad alcalaína, diseñada por Rodrigo Gil de Hontañón, uno de los ejemplos más armónicos y proporcionados de la arquitectura española del siglo XVI. Su composición a base de tres módulos -los laterales de dos cuerpos; el central de tres, rematado en galería y frontón triangular-, el señalamiento del eje central con una monumental portada resuelta de forma singular con la superposición de órdenes, y la relación existente entre las superficies planas y la decoración, centrada principalmente en los huecos manieristas de la planta noble, no sólo algunos de ellos. Colaboraron con Rodrigo Gil de Hontañón en esta obra, su aparejador Pedro de la Cotera y un grupo de entalladores entre los que destaca Claudio de Arciniega, que labró parte de la decoración del cuerpo inicial.

jueves, 18 de marzo de 2010

Gracias al rigor de Benedicto XVI se logra justicia para víctimas de abusos

Versadi señaló en un artículo escrito en L’Osservatore Romano que en los casos de abuso sexual cometidos por personas de la Iglesia, "en las que se pone una especial confianza de parte de los fieles y particularmente de los niños, entonces el escándalo se hace más grave y execrable".

El también visitador apostólico a la Legión de Cristo en Italia, Israel, Filipinas y Corea del Sur, dijo además que "la Iglesia no pretende tolerar ninguna incertidumbre en cuanto a la condena del delito y el alejamiento del ministerio de quien resulta ser manchado por tanta infamia, junto a la justa reparación para las víctimas".

Tras precisar que los casos de abuso sexual se dan más comúnmente fuera de la Iglesia y que cuando los autores han sido sacerdotes, estos ya "no vivían el celibato", el Obispo explica que "la Iglesia Católica –pese a la imagen deformada con la que se le quiere representar– es la institución que ha decidido conducir la batalla más clara contra los abusos sexuales y el daño a menores partiendo desde su interior".

jueves, 11 de marzo de 2010

Los ocho grandes problemas que amenazan a los jovenes españoles

1.- El paro juvenil. La tasa de paro juvenil en España está alcanzando cotas verdaderamente preocupantes: uno de cada cuatro jóvenes está en situación de desempleo.
2.- Los ‘ni-ni’. Ni estudian ni trabajan, así se conocen al sector de jóvenes que no ha conseguido acceder al mundo laboral pero tampoco está formándose para acometer su vida laboral porque ya los ha realizado o porque pretende iniciar su incursión en un trabajo.
3.- El fracaso escolar. Las cifra de fracaso escolar en España es del 31%.Ese dato nos muestra el abandono escolar temprano.
4.- La ocupación sobrecualificada. El 20% de la gente joven trabaja en puestos de trabajo que les exige menos capacidad que la preparación que han tenido.
5.- La cultura y los hábitos. España no goza de una educación fomentada en la cultura del esfuerzo.
6.- Las pensiones. Los jóvenes de hoy en día tendrán que trabajar más tiempo y alargar su vida laboral.
7.- El endeudamiento. Tenemos una economía insolidaria con el futuro. Las cifras del endeudamiento del Estado español representa el 34% del PIB, algo que la mayoría de países desearían.
8.- Medio ambiente. Los jóvenes de hoy en día no solo van a enfrentarse a un ecosistema mermado sino que la desprotección que sufre el paisaje en la actualidad o las condiciones pésimas de algunos entornos legarán una herencia de difícil recepción para las futuras generaciones.

jueves, 18 de febrero de 2010

Discurso Benedicto xvi cuaresma 2010

Mensaje de Benedicto XVI.

LA JUSTICIA DE DIOS SE HA MANIFESTADO POR LA FE EN JESUCRISTO.


Me detengo, en primer lugar, en el significado de la palabra “justicia”, que en el lenguaje común implica “dar a cada uno lo suyo” - “dare cuique suum”, según la famosa expresión de Ulpiano, un jurista romano del siglo III. Sin embargo, esta clásica definición no aclara en realidad en qué consiste “lo suyo” que hay que asegurar a cada uno. Aquello de lo que el hombre tiene más necesidad no se le puede garantizar por ley. Para gozar de una existencia en plenitud, necesita algo más íntimo que se le puede conceder sólo gratuitamente: podríamos decir que el hombre vive del amor que sólo Dios, que lo ha creado a su imagen y semejanza, puede comunicarle. Los bienes materiales ciertamente son útiles y necesarios (es más, Jesús mismo se preocupó de curar a los enfermos, de dar de comer a la multitud que lo seguía y sin duda condena la indiferencia que también hoy provoca la muerte de centenares de millones de seres humanos por falta de alimentos, de agua y de medicinas), pero la justicia “distributiva” no proporciona al ser humano todo “lo suyo” que le corresponde. Este, además del pan y más que el pan, necesita a Dios. Observa san Agustín: si “la justicia es la virtud que distribuye a cada uno lo suyo... no es justicia humana la que aparta al hombre del verdadero Dios”